Esta sección contiene la historia de Pedro Alberto Spencer contada por él a través de distintas notas de prensa escrita y televisión con la finalidad de preservar el valor histórico y la veracidad de la información.
"Alberto Spencer representa la dignidad en el deporte, que no es una mera destreza del cuerpo sino una expansión y una elaboración viva del espíritu y de la creatividad que hay en lo hondo de cada ser humano."
Dos veces ex Presidente del Uruguay y Presidente vitalicio de Peñarol, Dr. Julio Marìa Sanguinetti.
Mis últimos años en Peñarol
"Tuve la suerte también mas delante de continuar conquistando campeonatos uruguayos en 1967 y 1968."
En las dos temporadas siguientes, 1967 y 1968, Peñarol quedó por el camino en semifinales de la Libertadores pero se consagró Campeón Uruguayo, en calidad de invicto. El cierre de la década se da con la obtención de la Supercopa de Campeones Intercontinentales en 1969 derrotando a Estudiantes 3 a 1 en la ciudad de La Plata.
Se produjo un éxodo de jugadores, entre los que se incluyeron Abbadie, Joya y Rocha, y el retiro de Goncalves, lo que puso punto final a un ciclo exitosísimo.
Quedará para el recuerdo la histórica goleada 11 a 2 ante el Valencia de Venezuela por la Copa Libertadores, siendo hasta ahora el partido con mayor diferencia y más goles a favor en la historia del certamen.
Spencer fue considerado el “Hombre del Gol importante” porque siempre aparecia para definir los partidos trascendentes.
En el segundo clásico de 1967, apenas comenzado el encuentro sufrió un esguince de rodilla y como no se autorizaban los cambios, siguió en la cancha con la sencilla tarea de distraer marcas.
Juan Joya Cordero levanta un centro perfecto que Hector Lito Silva convierte el primer gol.
Cuando faltaban tan solo 5 minutos para terminar el encuentro, Spencer llevo la pelota a una esquina, atrajo a Cococho Alvarez y Urruzmendi.
Acto seguido habilito a Abbadie, que una vez en el area fusilo al argentino Dominguez.
Con gol de Spencer a poco de terminar el partido se gestó el triunfo clásico y el bicampeonato en 1968, el noveno título uruguayo de Peñarol en 11 años.
"En 1970 lamentablemente perdimos la final de la Copa Libertadores con Estudiantes de la Plata, lamentablemente el técnico no me tenía en cuenta y así termino mi carrera en Peñarol."
"En Ecuador la prensa fue la que me bautizo Cabeza Mágica, en Uruguay me decían Cabecita de Oro."
Los goles de Spencer en toda su carrera fueron los siguientes:
Everest (Ecuador): 101 Peñarol (Uruguay): 326 Barcelona (Ecuador): 18 Copa Libertadores: 54 Copa Intercontinental: 6 Selección de Ecuador: 4 Selección de Uruguay: 1 TOTAL 510
Peñarol se mantuvo invicto en los clásicos por el Campeonato Uruguayo entre la segunda rueda de 1960 y la primera rueda de 1969.
Ademas estuvo sin perder en el torneo local durante 56 partidos lo que es un récord entre la tercera fecha de 1966 y la sexta de 1969.
Alberto Spencer jugó 37 clásicos y sólo perdió 4 en toda su carrera.
Fue en cuatro ocasiones máximo goleador del Campeonato Uruguayo de Fútbol (1961, 1962, 1967 y 1968) y se consagró, además, como máximo artillero en la historia de la Copa Libertadores (con 54 tantos) y segundo de la Copa Intercontinental (con 6 tantos, solo superado por Pelé con 7 ).
El honor de ser celeste
Fue el único jugador extranjero que integró la selección uruguaya en una gira europea, convirtiendo un gol inolvidable en Inglaterra. Se dice incluso que, por su apellido de origen británico, estuvo a punto de ser convocado para reforzar a la selección inglesa en el Mundial de 1966.
Lo más recordado de su gestión con la camiseta del tetracampeón mundial fue ese gol que anotó el 6 de mayo de 1964 en Wembley. Uruguay perdió por 2-1, pero el descuento corrió por cuenta de Spencer. Ese fue el primer gol de la historia de la Selección uruguaya en Wembley. Además, Spencer defendió a un seleccionado uruguayo ante Checoslovaquia en Montevideo, el 19 de junio de 1962, y posteriormente enfrentó a Austria (2-0) y a la Unión Soviética (0-1), para cerrar su participación con la celeste en dos encuentros ante Perú, en Lima en 1967.
“Alberto Spencer estará integrando el ataque de la famosa celeste, lo que ha despertado los más vivos comentarios toda vez que la calidad de nuestro compatriota será expuesta en su mejor concepción acompañado de grandes figuras como Pedro Rocha, Néstor Gonçalvez y Omar Caetano”, comentó este Diario el día del juego.
Alberto Spencer no solo fue visto en Ecuador en partidos con el uniforme de la Selección tricolor; el atacante también vistió, en su país natal, la camiseta de Uruguay, selección que trató insistentemente de contar con 'Cabeza Mágica' como centrodelantero en compromisos oficiales. Pero el ariete conservó su nacionalidad, pese a perder la oportunidad de jugar en alguna edición de la Copa del Mundo como charrúa.
Con los uruguayos, en un amistoso, Spencer se presentó el lunes 24 de julio en un duelo contra Barcelona, en el estadio Modelo (ahora lleva el nombre del mejor futbolista ecuatoriano de todas las épocas).
Ante 19.831 espectadores Barcelona formó con A. Macías; Quijano, Lecaro, L. Macías, Bustamante; Cárdenas, Zambrano, Moacir Pinto; Muñoz (Raymondi), Lasso, Espinoza. Uruguay alineó a Bazzano; Forlán, Dalmao, Masnik, Caetano; Gonçalvez, Rocha (Rivero), Urbano (Cortés); Salva, Spencer Acuña (Bareño).
A los 63 minutos la visita abrió la cuenta con gol en contra de Cortijo Bustamante.
A los 76m “Rocha tocó la pelota con suma habilidad para Spencer que empalmó un tiro preciso, justo al ángulo superior izquierdo, para hacer llegar la bola a la red en una jugada de gran calidad.
Así, la selección de Uruguay derrotó a los canarios 0-2.
Un solo idolo
El gran dirigente Galo Roggiero, en 1971, en dupla con Áquiles Álvarez (presidente torero; Roggiero encabezaba la Comisión de Fútbol) hizo explotar el ambiente nacional al firmar al famoso Alberto Spencer.
Barcelona ganó el título ese año y fue semifinalista de la Libertadores, con la victoria ante Estudiantes de La Plata incluida, conocida como la hazaña de La Plata. Esa campaña logró el bicampeonato con Otto Vieira (DT).
La Hazaña de La Plata es el nombre con que se conoció en Ecuador a un partido de fútbol correspondiente a la Copa Libertadores de 1971, jugado el 29 de abril, en el que el Barcelona Sporting Club, de Ecuador, venció al Club Estudiantes de La Plata, de Argentina. El equipo argentino era el tricampeón vigente de la competencia (1968, 1969 y 1970) y, hasta ese día, se mantenía invicto jugando como local en la historia de sus participaciones por Libertadores.1 La victoria de Barcelona motivó un aumento en su popularidad, no sólo en Guayaquil sino en todo el Ecuador.
En su edición del 27 de abril de 1971, la revista deportiva argentina El Gráfico había publicado en la antesala del partido un artículo que decía: "Lo que canta Estudiantes... ¡Mozo, traiga otra Copa!". Entre otras cosas, el autor, Oswaldo Ardizzone, escribió: "De acuerdo; por ahí Barcelona es un equipo de tercera categoría, donde el maestro Spencer está jugando la última parada de su gran carrera goleadora". Debido al previo triunfo de Estudiantes sobre Barcelona por 1-0 en Guayaquil, Ardizzone no escatimaba elogios para ponderar la eficacia de los jugadores del Pincharrata cuando actuaron en condición de visitantes: "Resolvieron el partido nada más que con esa organización para encararlo. Con la seguridad y serenidad del equipo que sabe lo que quiere. Que sabe que en ese tipo de confrontaciones no se gana sobrando aunque el rival sea de tercera categoría (...) Ya sé que Barcelona es un equipo de tercera categoría, pero el partido era allá, en Guayaquil, con las tribunas de Guayaquil y con los 35 grados de Guayaquil".
Estas líneas resultaron ofensivas en Ecuador, al punto que la edición del 3 de mayo de 1971 del diario local El Universo titulaba: "Revista El Gráfico ridiculiza a Guayaquil y al once barcelonés".
Efectivamente, ese supuesto equipo "de tercera categoría", acabó siendo capaz de superar en su propia casa y por la Copa a un equipo experto, justamente, en esos partidos de semifinales de Copa. El autor del único gol del partido fue un sacerdote vasco, el padre Juan Manuel Basurco, quien había llegado silenciosamente al Barcelona, y a los 18 minutos del segundo tiempo venció con un derechazo a Gabriel "Bambi" Flores, el arquero de los entonces tricampeones de América. El rival se mantenía invicto en su cancha en los partidos de copa.
El field del estadio del club Barcelona ecuatoriano, lleva el nombre de Alberto Spencer.