Esta sección contiene la historia de Pedro Alberto Spencer contada por él a través de distintas notas de prensa escrita y televisión con la finalidad de preservar el valor histórico y la veracidad de la información.
"Alberto Spencer representa la dignidad en el deporte, que no es una mera destreza del cuerpo sino una expansión y una elaboración viva del espíritu y de la creatividad que hay en lo hondo de cada ser humano."
Dos veces ex Presidente del Uruguay y Presidente vitalicio de Peñarol, Dr. Julio Marìa Sanguinetti.
Uruguay mi nuevo hogar y el debut con Peñarol.
“Después de varias horas de vuelo, llegamos a Buenos Aires porque el avión llegaba hasta ahí.
Creo que llevaba 15 dólares que me habían dado por si necesitaba algo…jajajajajaja pero por suerte apenas bajo del avión, escucho desde la terraza Spencer, Spencer, acá Peñarol. En ese momento salte de alegría y pensé parece que alguien me conoció…estoy salvado.
Era el Gerente de Peñarol el Sr. Magariños, me dice ya tengo el Hotel reservado, vamos a dormir ahí y mañana vamos a Uruguay.
Nos quedamos en una habitación doble y la verdad pobre no lo deje dormir yo no paraba de llorar y pensaba ¿en que lío me metí?.
Al otro día arrancamos para Uruguay y el Sr. Magariños me dice mirá que nos espera la prensa, dirigentes y efectivamente así fue.
Bajo de avión y en la escalera me esperaba Juan López, entonces me dio tranquilidad.
Debutamos contra Atlanta, el Estadio Centenario no se lleno pero mucha gente asistió a ver el ecuatoriano porque era la incredulidad de los aficionados de donde un ecuatoriano venir a Peñarol.
Sinceramente esa parte no me afectaba, yo sabía todo lo que podía hacer, ganamos 6 a 3 y yo hice 3 goles.
Veía la Prensa al día siguiente y claro seguían escépticos sobre un goleador ecuatoriano.
A los pocos días vino Tigre de Argentina, le ganamos 5 a 0, hice dos goles y de ahí viene la parte en serio y se viene la Final del Campeonato Uruguayo de 1959 y justo contra Nacional.
Se juega esa final, el Estadio lleno a reventar y mis compañeros y los directivos me decían: es el clásico, esto a morir.
Terminamos ganando 2 a 0, el segundo gol lo hizo Linazza de un penal que a mi me cometieron.
La Prensa quedo ahí más o menos conforme pero el hecho es que se ganó.”
CAMPEON DE AMERICA
“Enseguida ese año 60 se instaura y se disputa por primera vez la Copa Libertadores de América.
Peñarol Campeón, juega la Copa Libertadores , salimos campeones, yo salí goleador de ese campeonato y aquí un poquito me voy a detener…
¿Recuerda cuando mencionaba que de niño soñaba con ese gol faltando un minuto?
La final que se juega en Montevideo, contra el Olimpia del Paraguay y cuando se termina el partido y estamos 0 a 0 …se está terminando el partido..yo hago el gol de cabeza ganamos 1 a 0 la primer final contra el Olimpia; entonces, mi reflexión era el sueño cumplido.
Como comentaba de niño yo soñaba o pensaba faltando 1 minuto, estar 0 a 0 y hacer el gol debe ser maravilloso, como lo fue en ese momento. El Estadio Centenario de Montevideo repleto se me venía encima. Todos los elogios para mí.
Entonces de ahí para adelante salimos Campeones Uruguayos y yo salí también goleador y entre en confianza con todos los aficionados…yo era el hombre del gol importante para mi club de tal manera que de ahí para adelante las cosas fueron mejor.
A fines del año 60, lo que yo mas anhelaba o lo que yo mas quería era volver a Ecuador, para ver a mi familia, mis amigos, además toda la gente estaba entusiasmada con todo lo que yo había conseguido. Ellos sabían por los cables y las noticias, más de un periodista ecuatoriano se traslado a Uruguay a ver algún partido y verme. Entonces, ya estaba en conocimiento la gente como estaba yendo y como me había ido en Uruguay.
Ese fin de año llego a Ecuador para jugar las Eliminatorias del Mundial de Chile, yo encantado vine a ponerme la camiseta nuestra, la ecuatoriana , pero claro, la diferencia en aquel entonces era grande comparado al fútbol argentino.
Perdimos 6 a 3, me toco hacer un gol, pero en todo caso, quiero referirme a mi llegada a Guayaquil.
Se estaciona la aeronave aquí en el aeropuerto de Guayaquil, mas bien estaba carreteando ahí en la pista y veo repleto de gente el aeropuerto, digo entre mi, debe venir acá alguna persona importante en este avión, termina, estaciona, se abre la puerta para la escalera y la Azafata entre a los gritos: Sr. Alberto Spencer, Sr. Alberto Spencer?...digo soy yo, que pasa.
Ella me dice, Sr. es a usted a quien están esperando, por favor agarre todo y salga primero…y efectivamente me asomo en la escalinata y es un griterío, habían llevado a mi madre, mis hermanos…emocionante. Me pasearon por todo Guayaquil en un vehículo sin techo, la gente salía a saludarme, me tiraban flores…una cosa maravillosa, inolvidable irrepetible.
Vuelvo, ya para el año 1961, se disputa la Copa Libertadores, y Peñarol sale Campeón nuevamente.
Nos toca jugar la final contra el Palmeiras de Brasil que tenia, como todos los equipos brasileros, equipo grande, poderoso y de la misma forma que la Copa anterior, cuando esta expirando el partido, en el Estadio Centenario, la primer final, Luis Cubilla ya en la hora, recupera una pelota me la tira y yo convierto en la hora y también fue increíble, el Estadio Centenario parecía que se caía y ahí el ecuatoriano ya era una cosa de locos…jajajajaja
En la revancha, empatamos 1-1, con gol de Sasía. La bronca que se agarraron los brasileños fue memorable. El masajista me tiró primero con el botiquín y después con la bolsa de hielo…
Peñarol sale Campeón Uruguayo y el hincha de Peñarol empieza a decir que maravilloso el ecuatoriano y la verdad yo me sentí lleno de satisfacción."
CAMPEONES DEL MUNDO
“El año anterior, ya se había jugada la Copa Intercontinental, entre el Campeón de América y el Campeón de Europa, en ese año 1960, Real Madrid fue Campeón de Europa.
Un cuadro de figuras notabilísimas como Puskas, Gento, Di Stefano…tremendo equipo.
En Montevideo empatamos 0 a 0 y en Madrid nos ganaron 5 a 1, me toco hacer el uno…jajaja, en todo caso a los 20 minutos ya perdíamos 3 o 4 a 0, fue tremendo.
Llegando a Madrid se nos enfermo, el numero 5 nuestro, Tito Goncalvez, el Capitán, entonces ahí se desarmo todo el equipo.”
Tan sólo seis después, Peñarol se presentaba en el San Ciro ante el Milán quien contaba en sus filas con Cesaro Maldini y se imponía con goles de Cubilla y Spencer de cabeza.
“Recuerdo que después del partido declaré: No se cuando, pero estoy seguro que tarde o temprano volveré por a Intercontinental.
Volviendo al año siguiente 1961,el Campeón de Europa fue el Benfica de Portugal. el primer partido en Lisboa perdimos 1 a 0.
En la revancha en Montevideo le ganamos 5 a 0.me toco hacer un par de goles y para jugar el partido definitorio que tenía que ser en cancha neutral pero para no perder dinero y no hacer traslados ni movimientos, el Benfica dice si nos dejan inscribir un jugador mas, nosotros jugamos en Montevideo. No hay problema.
Nos consultan a nosotros y dijimos: que traigan a cualquiera, le acabamos de hacer 5 goles…inscriban a que le dé la gana…que tiene que ver…jajajajaja
La final ganamos 2 a 1, pero durante el partido un jugador del Benfica pasa la mitad de la cancha le pega y la mete en el ángulo..le digo a Tito: y esto que es? Y me contesta es el que inscribieron.
Ese jugador que inscribieron era Eusebio, nada mas y nada menos, salió goleador de Portugal en el Mundial 1966 pero nosotros no lo conocíamos. La verdad nos costo pero ganamos con goles del Pepe Sasia.
De ahí para adelante las cosas se facilitaron.”
PRIMER QUINQUENIO DE ORO
Sería la despedida de Roberto Scarone y el final a una época que rubricó Bela Guttman en 1962 con la obtención del famoso quinquenio (cinco títulos consecutivos). El prestigioso técnico húngaro dejó el equipo a media temporada por problemas de salud y regreso para el tramo final, siendo Pelegrín Anselmo la cabeza visible del banquillo durante su ausencia. A partir de entonces, Peñarol iniciaba un nuevo camino.
“Era el año del Quinquenio. El Consejo Directivo contrató al húngaro Bela Guttman, como nuevo técnico. El plantel sufrió la baja de Cubilla transferido al Barcelona pero a cambio tuvo el reingreso del Pardo Abaddie” (120, Marcos Silvera A.). Otra enorme campaña carbonera con 16 triunfos, un empate y 1 derrota. El 14 de octubre derrotamos ampliamente al tradicional rival por 4 a 1, y en la segunda rueda, fue una victoria por 2 a 0. La tabla de posiciones finalizó con Peñarol cómodo en la primera posición con 33 unidades, y el tradicional rival con 27 puntos."
"Fueron cinco años de triunfos consecutivos que mostraron una amplia superioridad carbonera. De los once clásicos disputados en el período, solamente perdió dos. Fue el primer quinquenio de Peñarol y el comienzo de una etapa de éxitos que se trasluce en la estadística de la segunda parte del siglo” (Memorias de la Pelota, Alfredo Etchandy).
La guerra por la Libertadores
"Y en esas guerras cayó el mismísimo Santos (Brasil), el mejor Santos (refiriéndose a las finales de la edición de 1962). Fue la única vez que jugamos en Villa Belmiro (estadio del Santos). Siempre fuimos arriba, primero 2-1, después 3-2. Estaba así el partido, cuando desde las tribunas le sonaron la cabeza al juez de un botellazo. Era Robles, el chileno. Se armó un lío infernal. Yo había hecho dos de los tres goles."
Según nos relata el Sr. Fernando Guelfi Cibils nieto del gran Presidente de Peñarol, el Cr. Gastón Guelfi:
"Se suspende el partido abruptamente por agresión al juez Robles, quien realizó las negociaciones ante el juez Robles fue el Presidente de Peñarol Cr. Gastón Guelfi."
"Testigos como el capitán Néstor Gonçalvez afirmaron que a Guelfi en esos momentos le pusieron un revolver en la cabeza por parte de gente vinculada al Santos. En primer lugar su intención era retirar al equipo de la cancha porque no había garantías para seguir. Cuando Robles le manifiesta que sería contraproducente no seguir jugando por el clima que había en el estadio Villa Belmiro, el Presidente Guelfi le dijo: "condicionamos la permanencia del equipo en cancha a cambio de que se estampe en el formulario que el partido se terminó en el momento de la agresión y lo demás fue invalido" Así fue y aunque hubo un gol después no valió y los puntos se los dieron a Peñarol."
En el partido de ida celebrado cinco días antes, Santos había derrotado a Peñarol por 2 a 1 en el Centenario de Montevideo, lo que obligaba a Spencer y compañía a ganar en el terreno de Pelé y sus amigos. "los carboneros" estaban obligados a lograr una hazaña, ya que ganar en Brasil rozaba la utopía.
A los 14 del primer tiempo, Spencer abrió la cuenta para Peñarol, provocando un acto de silencio y posterior furia en los hinchas locales, que lucían descontrolados pero que supieron apaciguar Dorval, empatando el partido tres minutos más tarde y Mengalvio, marcando la ventaja circunstancial.
Pero el segundo tiempo inició a toda máquina para los uruguayos. Al 49' nuevamente Spencer infló la red y apenas 2 minutos más tarde, José Sasía estampó el 3 a 2 parcial, que a la postre sería el "resultado final".
La jugada que siguió a la del tercer gol de Peñarol fue un tiro de esquina para Santos. Al tomar posición el árbitro Carlos Robles, recibió un botellazo en el cuello que terminó por desvanecerlo. Inmediatamente suspendió las acciones por lo que estaba la posibilidad de que se lo de ganado a la visitante. Una vez en el vestuario, dirigentes de Santos lo obligaron a retomar su decisión, mediante insultos y un alto clima de hostilidad.
El juez Robles les dijoa los jugadores de Peñarol: “Muchachos, ayúdenme, porque sino nos matan a todos”
Cuando Robles se percató de que en caso de no continuar su vida estaría en peligro, regresó al campo tras 51 minutos de suspensión, reunió en la mitad del campo a José Sasía, Goncalvez y Luis Maidana, de Peñarol, y les confesó que el partido ya estaba suspendido, pero que se jugarían igual los 39 minutos restantes, porque sino los "mataban a todos".
Una vez reiniciado el segundo tiempo, Santos le puso cifras definitivas al partido gracias a un gol de Pagao, que fue convalidado, provocando que los futbolistas y la gente gritaran " Santos campeón de América..."pero faltaba el desempate.
José Pepe Sasía contaba: "En ese partido el lío fue conmigo. Porque ganamos 3 a 2, con dos goles de Spencer y uno mío, y yo le tiré tierra a Gilmar, el arquero del Santos, en el segundo de los tantos de Alberto. Cuando terminó el partido se nos vino la turba encima. Me quedé a cubrir la retirada de mis compañeros hacia el túnel y me tiraron una botella vacía que se partió a mis pies. La 'cacé' (agarré) y se la rompí al primero del malón, entonces los demás recularon. Si no, entraban al vestuario y nos mataban a todos. Los últimos en entrar al túnel fuimos el Tito Goncálvez y yo.”
Tras una temporada sin títulos, en la que destacó a nivel internacional por obtener la llave con mayor diferencia de goles en la historia de la Copa Libertadores luego de superar en el global por 14 a 1 al Everest de Ecuador (5 a 0 y 9 a 1),
Peñarol obtuvo el campeonato uruguayo en 1964 y 1965, este último año además alcanzó la final de Copa Libertadores en la que fue derrotado por Independiente de Avellaneda.